De la Vía XIX a AP-9.

No sé si os lo he dicho pero soy muy fan de los Romanos, de su cultura, de su civilización; aunque no os voy a negar que me hubiese gustado asistir a alguna de las fiestas que daban los Emperadores, mi admiración viene sobre todo por la arquitectura, por esas grandes obras públicas que desarrollaron a lo largo y ancho de todo el Imperio.  El éxito de la romanización viene dado por varios factores: la religión, el ejército, el derecho romano, el comercio, el idioma, la organización administrativa de las ciudades y las vías de comunicación. Los Romanos entendieron que era necesario implementar una red de calzadas, puentes, puertos y canales para que las tropas, las personas, las mercancías y el correo circulasen libremente, llegando a cualquier punto de sus dominios.  Fueron capaces de desarrollar infraestructuras en todas las provincias, sin discriminación, prueba de ello es el legado que se conservamos en Galicia, el patrimonio que sigue teniendo utilidad (puentes, burgas, calzadas…), el que visitamos para admirar (Muralla de Lugo, Campamento da Cibdá, Torre de Hércules…), el que se está descubriendo y  ayuda a desmontar algunas de las mentiras históricas con las que fuimos educados (de Vigo se decía que no tenía importancia en la época Romana y los hallazgos han demostrado lo contrario). Así, entre todo el tejido de calzadas que nos dejaron en nuestra Comunidad podemos destacar la Vía XIX que unía Braga con Astorga cruzando Galicia a través de Lugo, de esta partían otras a Brigantium (A Coruña) y Ourense.

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Fuente Turismo de Santiago

Actualmente tramos de este trazado se siguen utilizando en diferentes rutas del Camino de Santiago; pero lo más sorprendente es que si nos fijamos en las principales infraestructuras de comunicación para trenes y vehículos que en la actualidad funcionan en Galicia nos daremos cuenta de que se han trazado paralelas a las Vías Romanas. Ese es el caso de la AP-9, la llamada Eixo Atlántico y que discurre paralela a las Vías XIX y XX; vertebrando, en teoría, la Galicia Norte con la Galicia Sur.

Los Romanos consiguieron unir las principales ciudades de Gallaecia y conectarlas con el exterior, unirla con el mundo, haciéndola prosperar y salir de su aislamiento comercial interior, ya que en la costa la situación era otra. Siempre he tenido claro que fueron los únicos que tuvieron un plan concreto de Obras Públicas y Vías de Comunicación para el Finis Terrae. Y lo mejor de todo es que lo ejecutaron, que lo terminaron, algo impensable en nuestro tiempo; ahora se cambian los proyectos, los trazados, los presupuestos y no hace nada (véase AVE o Puerto Exterior de A Coruña).

Durante el Reinado de Carlos III se construyen una serie de Caminos Reales (base de la actual Red de Carreteras Nacionales) que pretendían unir las zonas periféricas con Madrid mediante un sitema «Radial», ese era el objetivo de este Rey-Alcalde de la Capital, Galicia también tendría el suyo. Pero no sería hasta el s. XIX, durante el Gobierno Liberal, cuando se pondría en marcha un plan contundente de mejora de infraestructuras terrestres. Hasta 1840 las diferentes regiones de España estaban aisladas, algo que no sucedía en otros países, lo que hacía que existiesen economías de proximidad; quizá escudarse en la orografía sea lo más logico, o en las diferentes guerras (la de la Independencia o la Carlista) que destruyeron puentes y demás; pero lo cierto es que el vivir de las rentas coloniales hizo que el país se relajase y no desarrollase ni industria ni infraestructuras. Para que os hagáis a la idea teníamos la décima parte de Red Viaria que Francia.

Los Liberales entendieron que para tener un mercado económico estatal era necesario abolir los impuestos de paso y poner en marcha la unidad aduanera; así como, mejorar las redes viarias. Aunque hubo una notable mejoría resultaron ser insuficientes los 40.000 km de vías ya que tan sólo 16.000 eran de primer o segundo orden. En Galicia sólo se construyeron 2 de primera clase, primero la Vía del Norte que unía Coruña y Ferrol con Castilla y la posterior Vía del Sur que hacía lo propio, dejando la vertebración interior relegada fundamentalmente a vías de cuarta.

No sería hasta 1926 con la Creación, por parte del ministro Benjumea, del Plan Nacional de Firmes Especiales, cuando se vislumbre la necesidad de crear un trazado Atlántico (Tui-Ferrol) y de reforzar las salidas naturales de Galicia por carretera: de Coruña hacia Aturias y la Meseta (por Lugo), de Vigo hacia la Meseta (por Ourense).

Con la Guerra Civil los puentes y las carreteras sufren importantes daños, volviendo a quedar España incomunicada. Para proceder a comunicar interiormente España se cambian las denominaciones de las carreras que dejan de ser de primera, segunda, tercera o cuarta para pasar a ser Comarcales y Nacionales. Pero lamentablemente retrocederíamos un par de siglos para volver a articular España mediante un Plan Radial de 6 Carreteras Nacionales, en Galicia sería la N-VI que uniría A Coruña con Madrid, dejando a la Galicia Sur marginada.

Sin autovías ni autopistas que vertebrasen el interior de Galicia ni la comunicasen con el resto del Estado, con el aumento del tráfico rodado las comunicaciones por carretera eran una odisea. Mientras en Europa la historia de las autovías comienza en los años 20 en España no se construirían, las primeras autopistas/autovías llegan a finales de los 60 y como siempre a Galicia llegarían todavía más tarde, en 1979 (A Barcala) Coruña-Santiago (Norte), en 1981, el tramo Vigo-Pontevedra de la AP-9.

La AP-9 se comienza a construir en 1973 pero hasta el 92 no se podría disfrutar del enlace entre las ciudades de Vigo y A Coruña. Es todo este periodo de tiempo, hasta el día de hoy, se han ejecutado obras de ampliaciones y enlaces con otras vías de conexión en aras de conseguir lo que otras Comunidades tienen desde los años 80.

Pero en realidad el Eixo Atlántico no ha sido más que una mina de oro para las concesionarias que han ido comprando y vendiento la autopista, cada vez por más dinero, traspasandose los pingües beneficios obtenidos de esquilmar con las subidas de tarifas a los usuarios.

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AP-9 peaje Fuente Diario de Ferrol

Durante mucho tiempo la conservación ha sido penosa, su firme en mal estado era una constante, la entrada de animales cinegéticos por la mala conservación del vallado… eso si, las tarifas no se modificaban a pesar de no mantener en condiciones la infraestructura.

Los Romanos tenían claro que había que vertebrar el norte y el sur, los liberales que había que suprimir los impuestos de paso, los galegos de hoy que no tiene sentido hacer desunir el norte del sur de Galicia como otraora pretendieron Paco Vázquez y Manoel Soto… ¿Por qué lo políticos no tienen claro que para vertebrar Galicia es necesario que la AP-9 sea rescatada y se eliminen los peajes? Fácil, dinero.

Luego escuchas en la COPE al Alcalde de Redondela abanderando la abolición del peaje de Rande, no critico el fin, ya que considero que el peaje es injusto a todas luces ya que aisla a la cuarta población de la Pontevedra de la ciudad más importante, casi 15.000 personas por la parte de Redondela que son potenciales usuarios de esa vía, que para acceder a Vigo por 6 km. tienen que pagar 0,90 €. Liberizar este peaje sería justo por agravio comparativo con la península de O Morrazo que lo tiene liberalizado desde hace mucho tiempo; sería un gran paso de cara a la eliminación del tráfico rodado por Chapela que actualmente sufre de contaminación acústica y atmosférica debido al trasiego de vehículos. Sería una mejora comercial para el comercio de la Villa y una mejora en la calidad de vida para los residentes que a diario van a trabajar a Vigo, pero sobre todo sería unir Chapela y Redondela con el hospital de referencia (Álvaro Cunqueiro) sin tener que pagar para llegar rápido al médico. Eso si Alcalde, pero… ¿qué ha hecho usted los 7 años que lleva en el poder cuando gobernaban los suyos en «Madrí» y en Santiago? Pues se lo diré yo, NADA. Pero ahora usted se pone delante de la pancarta para ganar votos después de no hacer nada por sus vecinos.

Pero claro estamos en un año PRIMAVERA. Si, este año 2018 es un año primavera. ¿Por qué? pues porque todos los años vísperas de elecciones pasa lo mismo, como en la primavera florecen los capullos. Y esa es la forma de hacer política aquí, desgraciadamente, no tenemos políticos que piensen en clave de país; es más fácil actuar desde el oportunismo y el clientelismo, pero así no se arreglan los problemas de Galicia.

Si tengo que hablar de Políticas Públicas me quedo con los Romanos.

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